miércoles, 20 de marzo de 2019

Obediencia y voluntad según Maria Montessori

El otro dia hablaba con mi pareja sobre Anna y surgía el tema de la obediencia. En un momento de frustración, la mirada adulta fue la de pensar que no hacía caso a nada. Que no era obediente. En una sociedad donde el desobediente es malo y el obediente, por supuesto, es bueno. No me malinterpretéis, no es mi opinión, es un realidad palpable. 

Pero como decía Maria Montessori, no entendemos la obediencia ligada al desarrollo de la voluntad. Ella hablaba de los tres grados de la obediencia y en este primero, donde Anna se encuentra, difícilmente habrá obediencia cuando ni siquiera se ha establecido un desarrollo que lo permita. Es decir, es difícil que un niño o una niña responda a una orden que no corresponde a su impulso vital, pues este obedece a su horme y no será hasta que crezca, que habrá mayor consciencia y mayor control sobre sí mismo. Más adelante, podremos observar cierta obediencia, pero que pueda obedecer una orden hoy, no significa que mañana pueda, de igual modo que algo te puede salir muy bien al principio pero, para conseguir la perfección, será necesaria una práctica constante. 

En un segundo grado, el niño o niña será capaz de obedecer no solo a su propia voluntad, si no a la voluntad de otra persona. Pero para llegar ahí hay que seguir todo un proceso. 

Con todo esto quiero decir que a veces no somos conscientes de que pedimos o esperemos ciertas actitudes o comportamientos que no responden a su nivel. Que el hijo o la hija del vecino sea capaz de hacerlo no quiere decir que sea adecuado a esa edad. Cualquiera puede aprender, eso no significa que tenga que ser en el mismo momento ni de la misma manera. 

La obediencia necesita un desarrollo de la consciencia, para luego desarrollar la voluntad y, en el máximo nivel, poder entender que la voluntad de otra persona puede producir en uno mismo un bien propio. Eso es difícil hasta para un adulto consciente. Llegará, pero en su momento y con el despliegue de ciertos elementos.



Aida


P.S.: Por favor, no uses las fotografias sin mi permiso. 

jueves, 31 de enero de 2019

Movimiento libre y calzado

Hace mucho tiempo que tengo ganas de escribir en el blog y tengo dos temas de los que me apetece hablar un montón. Empezaré por uno de ellos y, cuando pueda, me lanzó con el otro porque también me emociona explicároslo. Ahora os dejo con la intriga… sorry (al final os lo cuento venga).


Si habéis seguido un poco los post que voy colgando en el blog o mi cuenta de Instagram (aideta_aa), sabéis que el enfoque de Emmi Pikler y el movimiento libre es algo que me atrae y que hemos puesto en práctica en casa des de que tuvimos plena conciencia de ello. Escribí un poco en dos posts, sobre movimiento libre y para explicaros el cubo de inspiración Pikler que le hizo mi padre a Anna y que a día de hoy seguimos teniendo en el comedor (aunque shhh, es un secreto, estoy convenciéndolo para que me haga un triángulo de inspiración Pikler para su próximo cumpleaños).

Como ya he ido explicando, la clave del desarrollo motor libre es la libertad de movimiento, para ello es necesario un espacio amplio y seguro para que el niño/a pueda moverse con total independencia y, por otro lado, es necesario una vestimenta que facilite ésta libertad de movimientos. En este sentido es muy importante el calzado y cuando llegó el momento, es algo que me trajo algún que otro dolor de cabeza.


La ropa tiene que facilitar el movimiento, es decir, ropa lo suficientemente ancha y cómoda para que no inhiba ningún movimiento natural del niño/a y le permita sentirse a gusto, esto es clave. En cuanto al calzado, antes de que el pequeño/a empiece a andar, no es necesario. Podemos usar calcetines o algún zapato blando si es invierno, salimos a la calle y queremos que lleve el pie calentito, pero no es necesario. El pie necesita movimiento y los calcetines y los zapatos bloquean, por así decirlo, ese movimiento natural, sobretodo en cuanto al crecimiento de éste. Por otro lado, una vez ya empiezan a andar, el pie al descubierto sigue siendo la mejor forma de facilitar ese desarrollo, pero en la calle no es tan fácil dejarlos con los pies al aire con todos los peligros que ello conlleva.



Así que cuando Anna estaba a punto de soltarse a andar empezó mi búsqueda. Entonces fue cuando descubrí a Lau, una mamá como yo, con muchos conocimientos sobre zapatos pero que se encontró que el día que su peque necesitaba unos, había poca opción en el mercado que pudiese cubrir estas necesidades de libertad y autonomía de las que hemos venido hablando. Y así nació Zapato Feroz y mi amor por esos zapatos que, además de funcionales, son requetebonitos.



Anna ha podido disfrutar de ellos pasando por un zapato más de entretiempo y verano, a zapato de otoño e invierno. Ahora mismo estamos usando mucho su versión en borreguito, porque es que son súper calentitos. Zapato Feroz es un zapato como los de antes, cuidado, mimado, hecho a mano con los mejores materiales y cuando he dicho borreguito, quería decir borreguito, de verdad.


La marca se ha lanzado a tope y ya tienen su versión 2.0., los Súper Feroces, un zapato mejorado, con nuevos diseños y nuevo colores, con una suela renovada pero con los mismos principios que su progenitor, permitir el movimiento libre del pie, nos obstaculizarlo, no reforzar ni intervenir. Y eso se consigue con conocimiento sobre las necesidades del desarrollo motor y permitiendo una suela totalmente flexible, drop 0 (que la altura de ésta sea la misma en la punta que en el talón) y sin ataduras en el tobillo. Básicamente es lo contrario a lo que encontramos en el mercado y todo porque nos han hecho creer que el zapato tiene que ir cogido al pie para ayudarlo, ¿ayudarlo a qué? ¿A caso reforzamos las muñecas cuando empiezan a gatear?
Si os apetece saber más pasaros por su web, todavía quedan algunos modelos antiguos y ya están a tope con la nueva versión. De verdad que os van a encantar y si tenéis cualquier duda, contactar con ellos que os van a ayudar encantados.

Pero recordad, siempre que podáis, pies al aire libre. Y no me olvido, mi siguiente post será para explicaros unas formaciones súper bonitas que estoy haciendo sobre pedagogía Waldorf. ¡Pronto os cuento más!


Aida

P.S.: Por favor, no uses las fotografias sin mi permiso.